26 de marzo de 2014


Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

10 de noviembre de 2013

¿De que sirve rezar? Rezar, pedir, suplicar, cuando las cosas no se pueden cambiar, ¿qué sentido tiene? Si ya sabes como termina la secuencia, ¿para que rezas? Es como pedir que una película que ya viste mil veces termine distinto, no, el final ya está escrito. Por más que grites, llores, patalees, todo va a terminar como tiene que terminar, mal. Por eso yo no rezo, ni pido, ni ruego, porque se que mi vida tiene un final anunciado y no es un final feliz. Y si... ya te la vez venir, esto no termina bien. No te terminas de recuperar de una trompada, y ya viene otra, en el mismo lugar. No se termino de hacer cascarita la herida, que ya te lastimas otra vez. Uno espera que la herida cicatrice, se haga cayo, para que no duela más, para que no duela tanto. Y no, a caballo regalado uno siempre le mira los dientes, porque te sabes de memoria todos los cuentos, y sabes que no tienen final feliz. No es que uno sea desconfiado, es que esta película ya la vi, y se como termina. La herida que más duele no es la última, es la primera, la que nunca deja de doler. No es que uno sea desconfiado, uno no quiere que los demás te quieran engrapar, uno no sabe. Por eso un día uno se pone loquito, y se motiva, porque se cansa de que te peguen siempre en la misma herida. El que se quemó con leche ve una vaca, y llora. En realidad lloras, porque esa herida no te deja de doler, es una herida que te golpeó el alma, y el dolor del alma dura más que el dolor del cuerpo, dura para siempre. Si siempre te pegan en el mismo lugar, uno aprende a defenderse de la misma manera, atacar es tu mejor defensa. El mismo perro rabioso te vuelve a morder en el mismo lugar, ¿qué esperabas? No es que uno tenga calle, y la tenga clara, y sepa siempre lo que va a pasar, es que la historia se repite siempre, los mismos golpes, las mismas heridas. Los humanos y el trauma. El trauma es una herida muy profunda, un dolor que a veces ni recuerdan, pero que los marcó, para toda la vida. Y por alguna misteriosa razón, durante toda su vida, los humanos vuelven a revivir ese trauma, una y otra vez. Algunos dicen que es mala suerte, otros, creen que es su destino, pero todos, sin saber como, ni por qué, terminan repitiendo la misma escena traumática. ¿Por qué la vida o ellos mismos, se ponen una y otra vez ante la misma situación? Tal vez, la vida los pone a vivir una y otra vez lo mismo, llevándolos a un final anunciado, precisamente, para que puedan cambiarlo. Cada nuevo golpe, cada herida, tal vez sea una chance de por fin poder cambiar. Tal vez, lo que viven como un castigo, sea una bendición. Ellos piensan que la vida les impone un destino cruel, pero tal vez, la vida les de, una y otra vez, generosamente, la posibilidad de cambiar. Otra vez, la vida revive aquel trauma, y te empuja hacia un final anunciado, ¿qué vas a hacer? haciéndote vivir todo el tiempo la misma escena, la vida te da cada día una posibilidad de cambiar, y esa es la verdadera libertad, la capacidad de elegir cambiar tu destino, o avanzar sin resistirte, hacia un final anunciado.

Hay que vivir sin limitar, planear sin olvidar, seguir y continuar, caer y levantar teniendo en mente que nada de lo que tu logres durara para siempre..

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.

Abre tus ojos, mira dentro. ¿Estás satisfecho con la vida que estás viviendo?.
Esta vida sin vida

El sabio no busca el placer, sólo busca la ausencia de dolor
ESTOY A CIEN AÑOS LUZ DE SER PERFECTO